Diente de león, beneficios, propiedades y usos más importantes
El diente de león o achicoria, cuyo nombre científico es Taraxacum officinale, es una pequeña planta con flor de la familia de las asteráceas que crece en todas las regiones del mundo. Crece alrededor de 40 centímetros, y obtiene su particular nombre por la forma de la punta de las hojas, que asemejan a una letra “V”, o el diente de un león.
Es frecuente ver a los dientes de león rodeados en su totalidad de maleza, esto se debe a que pueden crecer en cualquier campo, pero lo cierto que sus hojas son muy ricas en nutrientes, y tiene muchos, además de muy importantes, usos medicinales.
Su apariencia es bastante común a la vista. Se trata de una pequeña planta de tallo alargado y con numerosas flores que pueden ser entre amarillas o blancas, dispuestas en forma esférica.
Generalmente no importa si son cultivadas en huertos propios o si se recogen espontáneamente de cualquier campo o monte para su consumo. Lo que sí se recomienda es que, de recurrir a la segunda opción, se recoja de sitios donde no esté en contacto con animales, ni cerca de carreteras porque están expuestas al polvo, el humo de los vehículos y la contaminación en general.
Beneficios del diente de león.
La Taraxacum officinale es una planta medicinal popularmente conocida como un efectivo depurativo. Esto se debe a que estimula de forma óptima la secreción de los órganos digestivos.
Pero el diente de león no se limita a la digestión: la planta se puede aplicar sobre la piel como un tónico para eliminar las impurezas en el rostro, y también es muy útil como tratamiento para el acné.
Todo este cúmulo de beneficios es posible gracias a sus componentes como la inulina, un glúcido que libera fructosa en la digestión. Esta fructosa posteriormente es absorbida en pequeña medida por el organismo, pues no hay enzimas especiales que la hidrolicen.
A su vez contiene sales minerales que ayudan a balancear el agua en las células, contribuyen a mejorar el proceso metabólico, y son elementos activos en el proceso de funcionamiento del sistema inmunológico.
Por si fuera poco, las hojas del diente de león son muy ricas en las vitaminas A y C, además de poseer un alto contenido de hierro.
Propiedades diente de león.
La planta es ampliamente utilizada en los casos donde se presentan trastornos digestivos o gástricos. También es uno de los aliados ideales para mejorar la digestión.
El diente de león es un depurativo natural para el hígado. El hígado es un órgano que cumple con funciones muy importantes en nuestra vida diaria, por lo que hay que ponerle especial atención a su cuidado. En caso de padecer de hígado graso, también es frecuente el uso de esta planta. Su consumo aumenta la secreción en la bilis, actúa como preventivo contra posibles hemorragias en este órgano, mientras que por otro lado mejora la pureza de la sangre.
De igual forma, actúa como un efectivo remedio laxante y se ha demostrado su poder en el tratamiento de los cálculos renales. Tiene efectos contra el estreñimiento y ayuda a eliminar el colesterol del organismo.
Ya se ha mencionado que el diente de león es un poderoso laxante, por lo que su uso de forma diurética es bastante elevado. Parte de este encanto es que la planta no tiene ningún tipo de efectos secundarios. En este mismo sentido, es una recomendación común para las personas que tienen problemas de retención de líquidos. Es común su uso a modo de complemento en las dietas de aquellas personas que padecen de obesidad.
La Taraxacum officinale contiene luteína y zeaxantina, dos de las sustancias recomendadas para mejorar la salud de los ojos, especialmente para disminuir el riesgo de desarrollar cataratas y degeneración macular.
Modos de uso diente de león.
La forma más extensamente popularizada de ingerir el diente de león es mediante infusiones. Esta planta, a pesar de ser tan fácil de obtener, puede representar grandes y provechosos cambios para tu salud, por las diferentes cualidades que tiene y por la cantidad de beneficios que te aporta.
Se recomienda el uso de las hojas jóvenes, que se pueden reconocer porque no presentan “pelitos” al reverso, pues las viejas suelen ser más amargas y desagradables al paladar. Aquí te presentamos una forma de hacer la infusión con hojas de diente de león:
Sólo necesitas agua y algunas hojas de diente de león, bien puedes usarlas secas o frescas. La preparación es igualmente sencilla, basta con poner a calentar un litro de agua hasta que hierva, para luego verter todas las hojas. Déjalas en la cocina por no más de cinco minutos, y posteriormente pon toda la preparación a reposar. Si quieres mejorar el sabor, te recomendamos endulzar el té con un poco de miel de abeja o azúcar.
Puedes tomar esta infusión de forma preventiva o como liberador de toxinas de vez en cuando. Eso sí, si quieres aumentar los beneficios, establece cierta periodicidad en el consumo de esta bebida.
Si sufres de algunas de las enfermedades mencionadas anteriormente, puedes ingerirla a diario, e incluso hasta tres veces por cada día.
Otra forma de preparar la hierba es como ensalada. Puede elaborarse picando gajos de cebolla y de tomate, añadiendo a estos un puñado de hojas que estén muy bien lavadas. Como en todas las ensaladas, es posible agregar cualquier otro ingrediente al gusto. Se puede aderezar con un poco de aceite de oliva o con una vinagreta. Puedes usar esta ensalada para acompañar cualquier comida, o comerla como una entrada.
También son frecuentes los preparados de depuración que se hacen con diente de león cuando se ha excedido con la comida, o en otros casos de malos hábitos alimenticios más serios.
En términos generales, el diente de león es un eficaz eliminador de toxinas, así que si estás buscando limpiar tu sistema, puedes comenzar con este remedio totalmente natural. Recuerda consultar con tu médico antes de empezar a utilizar cualquier tratamiento natural para tus dolencias.
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